martes, 4 de septiembre de 2007

Tejer, ¿terapia o pasatiempo?

No voy a negar, que tejer es terapeutico, o por lo menos puede ser una distracción tan genial como ver tele, escuchar música o salir a caminar. Es probable que si mis destrezas fueran mayores, sería aun mas divertido. Pero volviendo al hecho, tejer puede ser terapeutico, mientras creas que este te ayuda de alguna forma a canalizar tu tristeza, ira, o cualqueir sentimiento que no quieras tener presente.
Yo hace algun tiempo, prefiero no mencionar exactamente cuando, decidí comenzar a tejer para evitar fijarme en posibles prospectos para una relación sentimental. Suena estúpido, lo se, pero era mi forma de enfrentrar o tal ves camuflar mi decepción por el género masculino, debido a las malas relaciones que había tenido en el pasado, obviamente hubieron momentos gratos, pero mas que todo fueron momentos que desearía no haber vivido.
Pero bueno, volviendo al tema de esta época, tejer para mi ahí si funcionaba, o x lo menos eso creía, porque me esforzaba tanto en no fijarme ni involucrarme con nadie, que le atribuía consecuencias celestiales al tejido. Pero como todas las farsas, mi terapaia del tejido, no duró tanto tiempo.
Unos meses después de haber estado tejiendo, creyendo ya haber recuperado mi estabilidad mental y sentimental, el tejido se vio atacado por un factor, que aunque el tejido tuviera toda mi fe, fue inevitable sufrir el ataque. Este factor, era un factor masculino, pero no era común, no era como los anteriores que fracasaron conmigo, simplemente era totalmente nuevo e increible.
Y entonces fue el mismisimo, 14 de abril del 2006, día en el que el factor se presentó, en que la terapia del tejido termino. Guarde mis agujas y una ves mas decidí someter mi fragil aún para ese entonces estabilidad emocional, y una ves mas decidí involucrarme.
Para mi asombr, esta ves no hubo fracaso alguno, es mas los antes hechos tan controversiales en mi vida que tanto afectaban en mi negación de la felicidad, desaparecieron, y por primera ves supe con seguridad que era ser feliz, no estarlo.
Actualmente sigo tejiendo, ahora claro como pasatiempo, porque ya no es necesario reprimir mis decepciones en algun tipo de actividad y dedicarme solo a creer que funciona. Simplemente, ahora tejo porque me entretiene.
Pero, siempre recordaré la terapia del tejido. Ya que no hay día que no agradesca, por el 14 de abril del 2006,día en el que esta fue derrotada por el factor masculino.